Para disfrutar de la máxima expresión de nuestros jamones artesanales, recomendamos sacar el producto de la nevera unos 15-20 minutos antes de su consumo para que alcance la temperatura ambiente y puedas apreciar mejor todos sus matices y su bouquet característico.
El jamón ibérico de bellota proviene de cerdos de raza ibérica alimentados en libertad con bellotas en la dehesa, el ibérico de cebo procede de cerdos ibéricos con alimentación controlada de alta calidad, y el jamón serrano reserva se obtiene de cerdos blancos seleccionados y curados siguiendo métodos tradicionales.
Como expertos en productos ibéricos, recomendamos para un aperitivo entre 4-6 personas un paquete de 150-200 gramos. Para eventos más grandes, puede calcularse unos 50 gramos por persona, asegurando que todos puedan disfrutar de la experiencia.
Basándonos en nuestra experiencia gourmet, seleccionamos el método más adecuado según el tipo y características de cada pieza. Los jamones ibéricos de bellota premium suelen beneficiarse del corte tradicional a cuchillo, mientras que otras variedades alcanzan su punto óptimo con el corte preciso a máquina.
Siguiendo nuestra tradición artesanal, el grosor óptimo es de aproximadamente 1 milímetro, ya sea mediante corte a cuchillo o máquina, permitiendo apreciar todo el sabor y la textura del jamón.
Para preservar el sabor y la textura característica de nuestro jamón de reserva, recomendamos consumir el producto en los 3-4 días posteriores a la apertura del envase, manteniéndolo siempre refrigerado y cubierto con film transparente.
El jamón cortado y envasado al vacío mantiene sus propiedades intactas durante 3-4 meses si se conserva en refrigeración entre 2 y 8 grados centígrados, manteniendo toda su calidad artesanal.